Desde el momento en que me ofrecieron el curso de formación de Directivos Maristas, un cúmulo de sensaciones a asimilar me asaltaron. Sentí una gran ilusión mezclada con responsabilidad y un poco de angustia. Evidentemente, al empezar a conocer a los compañeros de este bonito viaje (mientras hacía el trayecto Barcelona-Madrid) se desvanecieron mis temores. Sin conocer aún todos los compañeros de curso tuve la sensación de sentirme arropada y en familia.
↧
Eva Gaset Pla
↧